Agua en Colombia: Una riqueza oculta que merece atención
- Aquadrill de Colombia
- Oct 18, 2024
- 2 min read
Updated: Mar 23

Cuando hablamos de recursos estratégicos en Colombia, es común pensar en petróleo, gas y energía. Sin embargo, los acuíferos subterráneos, fuentes invisibles de agua bajo la superficie terrestre, representan un activo crítico para la sostenibilidad ambiental y el desarrollo social, especialmente en tiempos de cambio climático y crisis hídrica.
Colombia y su riqueza en aguas subterráneas
Colombia cuenta con una vasta red de acuíferos distribuidos a lo largo de su geografía. Estos sistemas subterráneos abastecen a millones de personas, sobre todo en zonas rurales y semiáridas donde las fuentes superficiales son escasas o no confiables.
Entre las principales formaciones acuíferas destacan:
Acuífero de Valle del Cauca: Fundamental para la agroindustria y comunidades rurales.
Acuífero de la Sabana de Bogotá: Soporta parte del abastecimiento hídrico de la capital y municipios aledaños.
Alta Guajira y la Región Caribe: Dependen en gran medida de aguas subterráneas para consumo humano y agropecuario.
Amazónica y Orinoquía: Amplias reservas de agua subterránea aún poco exploradas.
La paradoja de la inversión pública
Mientras el Estado destina millonarias inversiones a hidrocarburos y energía, la inversión en estudios y aprovechamiento sostenible de acuíferos sigue siendo limitada. Esta falta de priorización contrasta con la creciente presión sobre los recursos hídricos superficiales y el impacto del cambio climático en la disponibilidad de agua en cuencas y ríos.
En términos estratégicos, los acuíferos son tan importantes como el petróleo:
Garantizan seguridad hídrica para comunidades vulnerables.
Impulsan la producción agrícola sostenible.
Son clave para la resiliencia climática frente a sequías.
Representan una alternativa estratégica para enfrentar futuras crisis hídricas.
Acuíferos como infraestructura invisible
Los acuíferos deben verse como infraestructura natural. Invertir en su identificación, monitoreo y uso responsable puede generar beneficios económicos y sociales similares a los de grandes proyectos energéticos.
El desarrollo de pozos profundos, plantas de tratamiento y estudios hidrogeológicos debe considerarse una prioridad nacional, al igual que la explotación de recursos no renovables.
Un llamado a la acción
En Aquadrill, creemos que es hora de que la gestión y aprovechamiento de aguas subterráneas tenga el mismo peso que el desarrollo de sectores estratégicos como energía o hidrocarburos. La sostenibilidad de las comunidades y la competitividad agrícola y energética del país dependerán, cada vez más, de la disponibilidad y gestión eficiente de nuestros acuíferos.